Los futbolistas ignoran el plan táctico de Ancelotti ¡Imprevisto en el campo! | Marca

La solidaridad y el espíritu de perseguir al adversario con el fin de respaldar al compañero, que Ancelotti había observado en sus jugadores durante los últimos encuentros, se desvaneció en Yeda.

Es evidente que el Real Madrid falló con estrépito ante el Barcelona y lo bueno es que en nada hay otra oportunidad para intentar olvidar algo que quedará en la memoria del madridismo durante mucho tiempo. No es fácil dejar atrás una segunda goleada en una temporada a manos del Barcelona, pero si algo tienen este equipo y este entrenador es saber voltear situaciones límite, esa que en Yeda en momento alguno pudieron acercarse. De todo se aprende. La lección debe ir hacia los futbolistas y el propio Ancelotti. Los primeros por aquello de que bajar los brazos no se permite en la elite y el otro por y para morir con sus ideas. Por cierto, no ha existido cuestión al técnico, sí búsqueda de soluciones. Nadie con un escudo del Real Madrid en el pecho ha hablado con el agente de Xabi Alonso sobre el técnico, pero sí de otras cosas. Se piden cambios, pero no revoluciones. Aparecerá Asencio, Güler y quizás algún canterano más, pero Ancelotti tiene claro que los que tienen que dar la vuelta a esto son los importantes, las referencias, esos que pusieron en duda su esfuerzo ante el Barcelona.

Carlo Ancelotti estaba decidido al inicio de la temporada a que en determinados partidos, los considerados grandes, la presencia de los cuatro considerados titulares por todo el mundo (Vinicius, Mbappé, Bellingham y Rodrygo) no podía ser posible, en un intento de equilibrar más el equipo. Lo cierto es que hasta la Supercopa, en ninguno de los partidos ante rivales top los cuatro no habían coincidido de inicio sobre el césped salvo en el choque ante el Borussia Dortmund. Más que nada por las lesiones. Ni Barcelona, Atlético, Athletic, Liverpool o Milán vieron a la BMW más Rodrygo salir de inicio. De hecho, cuando coincidieron la consecuencia, fue ver a Bellingham fuera de sitio. Regresó a su zona de influencia y ahí está la racha voladora del inglés.